Uno de los monumentos más significativos de su casco urbano es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Piedad. Fue erigida en estilo mudéjar durante el siglo XVI y reformada y ampliada en el XVII. Presenta una torre levantada en ladrillo, sobre una base de piedra, con planta cuadrada y decoración mudéjar. El templo alberga en su interior el sepulcro del siglo XVII, del arzobispo de Zaragoza, don Pedro Apaolaza.
La ermita de San Clemente es otro interesante edificio levantado en piedra sillar y mampostería, de estilo barroco. Sobresalen las cúpulas rematadas con linterna que estilizan el templo y la cabecera trilobulada, de modo similar a las ermitas de la zona de Loscos. La ermita románica de Santa María de Allende se data entre los siglos XII y XIII y se la considera la primitiva iglesia parroquial de la localidad. Destaca su elevada espadaña y la sobriedad de su construcción. Fue restaurada recientemente.
Del castillo de los siglos XIV y XV, sólo se conservan algunos fragmentos de los muros. Junto a las ruinas, y aprovechando como base la torre de la antigua fortaleza, se halla la ermita de San Jorge, construida a partir de los restos el castillo.
A la entrada de la localidad encontramos el nevero. Consta de un pozo cubierto por una estructura circular, con falsa cúpula. Presenta un buen aspecto al haber sido restaurado hace poco. Junto a él hallamos el peirón de las Almas, entre otros repartidos por los alrededores de Moyuela, como el de Santa Bárbara, el de San Gregorio, el de la Malena, el de San Juan o el del Rosario. También se conserva en perfecto estado el lavadero que aún hoy se utiliza, en ocasiones, durante los meses de verano.
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